miércoles, 30 de diciembre de 2009

Las ensaladas son un plato alternativo










Hasta no hace mucho, las ensaladas eran solamente una guarnición poco importante que acompañaba una jugosa carne o un delicioso pescado. Sin embargo, hoy se ha convertido en un plato gourmet siendo muchas veces la única protagonista de la mesa.
La palabra ensalada deriva del vocablo francés salade que proviene del Latín salata que significa salado, proveniente de la sal. Se cree que el origen de la misma radica en la época de los romanos y los griegos quienes consumían una mezcla de hojas verdes con aderezos. Aunque su consumo data de más de 2000 años: eran los babilonios quienes condimentaban los vegetales con aceite y vinagre.
Las ensaladas son una excelente manera de ayudar a cumplir con la recomendación del consumo de cinco porciones entre frutas y verduras todos los días. La variedad de las hojas y de vegetales altamente nutritivas en un mix de ensaladas facilitan el consumo de vitaminas, minerales y fitonutrientes, sustancias que aportan un beneficio extra a la salud. Como clave: que la ensalada sea un arco iris, ya que cada color representa diferentes sustancias augurándose de esa manera estar comiendo los nutrientes que el organismo necesita.
Al admitir un sin fin de variantes, pueden convertirse en el plato único de nuestra comida. Coloridas o verdes, fresquísimas y crujientes, a base de verduras o legumbres frescas o cocidas, con el agregado semillas, frutas secas, enriquecidas con carnes, pescados o mariscos, las ensaladas triunfan en la mesa de cada día. Casi cualquier ingrediente se puede convertir en ensalada y permiten servirse a temperatura ambiente, tibias, o hasta combinando temperaturas. Por ejemplo, sobre unas crujientes hojas verdes intercalar dados de salmón o carne de res o de ave grillados.
Las más sencillas de todas son las ensaladas verdes compuestas por variedades de hojas de este color, como lechugas en sus diferentes variedades, espinacas, rúgula (rúcula), radicheta con el acompañamiento de algún aderezo. Debido al gran volumen que tienen pero con pocas calorías, son muy utilizadas en dietas para bajar de peso. Generalmente se las enriquece con algún ingrediente como crutones o frutas secas, y en muchos casos con quesos como el azul, junto con frutas como fresas o frambuesas. Existen otras elaboradas a partir de pasta fría o con el agregado de cereales o legumbres.