domingo, 29 de noviembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
Aceite de oliva para calmar el apetito

El aceite de oliva es el gran destacado de la dieta mediterránea y es un ingrediente que no puede estar ausente en nuestra alimentación si queremos cuidar la salud, pues ya son sabidos sus múltiples beneficios debido a su contenido en ácidos grasos monoinsaturados.
Para sumarse a la gran lista de beneficios que nos ofrece este aceite y su aporte de ácido oleico u omega 9, un reciente estudio publica su efecto como regulador el apetito, ya que permite mantener la sensación de saciedad y la prolonga en el tiempo.
La investigación se realizó en ratas y señala que cuando el ácido oleico llegó al intestino delgado de los roedores se convirtió en una hormona, la oleiletanolamida, que contribuye a calmar el hambre y reduce la frecuencia de las comidas.
Por dicho efecto, el aceite de oliva podría ser beneficioso para perder peso, ya que disminuye la ingesta de alimentos y no permite que el cuerpo sienta apetito por más tiempo.
La hormona que se genera en el intestino tras el consumo de aceite de oliva lleva señales al cerebro que inician el proceso de saciedad, por lo tanto, el ácido oleico contenido en la oliva sería un ingrediente beneficioso para las personas con exceso de peso, ya que no sólo regula el apetito y favorece el adelgazamiento sin hambre, sino que sus componentes mejoran los niveles de colesterol, triglicéridos y protegen al corazón.
Además del ácido oleico, su aporte en vitamina E previene los daños del estrés oxidativa de las células y evita el desarrollo de enfermedades.
Como conclusión, el aceite de oliva es una pieza muy importante de la dieta mediterránea que desde hace mucho tiempo, no deja de sorprendernos con sus grandes aportes sobre la salud humana. Por eso, ya no podemos dejarlo afuera de nuestra alimentación.
Para sumarse a la gran lista de beneficios que nos ofrece este aceite y su aporte de ácido oleico u omega 9, un reciente estudio publica su efecto como regulador el apetito, ya que permite mantener la sensación de saciedad y la prolonga en el tiempo.
La investigación se realizó en ratas y señala que cuando el ácido oleico llegó al intestino delgado de los roedores se convirtió en una hormona, la oleiletanolamida, que contribuye a calmar el hambre y reduce la frecuencia de las comidas.
Por dicho efecto, el aceite de oliva podría ser beneficioso para perder peso, ya que disminuye la ingesta de alimentos y no permite que el cuerpo sienta apetito por más tiempo.
La hormona que se genera en el intestino tras el consumo de aceite de oliva lleva señales al cerebro que inician el proceso de saciedad, por lo tanto, el ácido oleico contenido en la oliva sería un ingrediente beneficioso para las personas con exceso de peso, ya que no sólo regula el apetito y favorece el adelgazamiento sin hambre, sino que sus componentes mejoran los niveles de colesterol, triglicéridos y protegen al corazón.
Además del ácido oleico, su aporte en vitamina E previene los daños del estrés oxidativa de las células y evita el desarrollo de enfermedades.
Como conclusión, el aceite de oliva es una pieza muy importante de la dieta mediterránea que desde hace mucho tiempo, no deja de sorprendernos con sus grandes aportes sobre la salud humana. Por eso, ya no podemos dejarlo afuera de nuestra alimentación.
jueves, 5 de noviembre de 2009
CERVEZA
Dentro de los componentes de la cerveza deben contarse los ingredientes básicos, tales como la malta, el agua, el lúpulo y gas carbónico. Todos ellos tienen algunas interesantes cualidades que hacen que las propiedades de la cerveza sean mucho más de las que se le endilgan.
Por ejemplo, el lúpulo es un buen estimulante del apetito y un suave sedante, su gran porcentaje de agua acentúa su efecto refrescante, la malta aporta carbohidratos y vitaminas, así como el gas carbónico promueve la circulación sanguínea y favorece la digestión.
A su vez, es digna de destacar la cantidad de minerales que tiene esta bebida.
Con un litro de cerveza se satisface casi la mitad de las necesidades diarias de magnesio de un adulto. Y también un 40 y 20 por ciento respectivamente de las cantidades diarias indispensables de fósforo y potasio. Al ser rica en potasio y baja en sodio, es diurética y al tener mucho magnesio es muy buena para el corazón y también para evitar la formación de cálculos renales.
Dentro del apartado vitamínico, la cerveza posee todas las vitaminas importantes del grupo B y también vitaminas A, D y E, entre otras.
Propiedades de la cerveza
Las buenas propiedades de la cerveza casera vienen, principalmente, de la mano de la levadura. Este fermento es el que posibilita, en cierto modo, que se consiga el resultado final. No creas que la única propiedad de la cerveza son las borracheras. Su levadura tiene mucho hierro y favorece el fortalecimiento del sistema nervioso.
¿Realmente engorda la cerveza?
Según la composición nutritiva de la bebida, aporta tan sólo 90 calorías cada 200 mililitros del producto, lo que la coloca bastante por debajo de otras bebidas alcohólicas y también de los refrescos, algo que habla a las claras que su capacidad engordante no es tan pronunciado como parece.
martes, 3 de noviembre de 2009
Propiedades nutricionales de los pescados
Expertos en nutrición y dietética aseguran que la proteína del pescado es de alta calidad biológica y que su contenido en aminoácidos esenciales es igual al de la carne roja o de res, lo que la hace es más digerible, por contener menos tejido conectivo.
Varía según el pez de que se trate, pero la carne de pescado generalmente tiene una composición equivalente a la de la carne roja, salvo que el contenido proteínico es algo menor y la cantidad de agua que contiene es mayor.
No posee mucha grasa y la poca grasa que contiene es rica en ácidos grasos poliinsaturados, especialmente la de los pescados marinos; este tipo de grasas constituyen un componente esencial en la nutrición humana, ya que el organismo no puede sintetizarlas por sí mismo, y tiene que tomarlas a través de la dieta. El contenido graso es mayor en los peces marinos, como el bacalao, el lenguado, la sardina o la anchoa, que en los de agua dulce, como la carpa o el bagre.
Hay dos tipos primordiales de ácidos grasos poliinsaturados, el tipo omega-3 (ácido linolénico) y el tipo omega-6 (ácido linoleico); y ambos desempeñan importantes funciones en el organismo, formando parte importante de las membranas celulares y al ser precursores de diversos mensajeros químicos.
Esas grasas poliinsaturadas hacen descender los niveles de ciertas lipoproteínas que están asociadas en forma directa con el riesgo padecer enfermedad cardiovascular, manteniendo y aumentando aquellas lipoproteínas denominadas comúnmente "colesterol bueno", que evita así que se formen las peligrosas placas productoras de arteriosclerosis. Fuentes importantes de los omega-3 (grasas poliinsaturadas) se encuentran principalmente en peces marinos como el salmón, el arenque, el atún, la sardina o la trucha, generalmente llamados peces azules. La concentración de estas grasas omega-3 es mayor en el cuerpo de los peces que viven en mares de aguas frías, debido a que necesitan disponer de grasas fluidas, con gran cantidad de dobles enlaces, y con bajo punto de solidificación.
Esas grasas poliinsaturadas hacen descender los niveles de ciertas lipoproteínas que están asociadas en forma directa con el riesgo padecer enfermedad cardiovascular, manteniendo y aumentando aquellas lipoproteínas denominadas comúnmente "colesterol bueno", que evita así que se formen las peligrosas placas productoras de arteriosclerosis. Fuentes importantes de los omega-3 (grasas poliinsaturadas) se encuentran principalmente en peces marinos como el salmón, el arenque, el atún, la sardina o la trucha, generalmente llamados peces azules. La concentración de estas grasas omega-3 es mayor en el cuerpo de los peces que viven en mares de aguas frías, debido a que necesitan disponer de grasas fluidas, con gran cantidad de dobles enlaces, y con bajo punto de solidificación.
El pescado es una fuente de vitaminas y minerales, como las liposolubles A y D, la hidrosoluble B12, y de elementos como fósforo, magnesio, selenio y yodo, sobre todo los pescados marinos. La vitamina B5 o ácido pantoténico se sintetiza en bacterias y en vegetales verdes, y se almacena en los tejidos animales; por lo tanto su distribución es muy amplia en pescados de agua salada,
Las sardinas conservadas en aceite y los bacalaos secos salados, y otros productos conservados, son también ricos en calcio, niacina o vitamina B3, riboflavina o vitamina B2 en vitamina A, y hierro, aunque menos que la carne animal.
Los pescados marinos contienen más sodio que los de agua dulce, y las conservas, los ahumados y los salazones son los que mayor cantidad de sodio presentan. La carne de pescado tiene un color blanquecino muy característico, lo que está en relación con el color de la sangre que es blanco, aunque también hay peces de sangre roja, como el salmón.
La carne de pescado se caracteriza principalmente por su gran proporción de agua frente a la de grasa y por ser muy digestible.
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