jueves, 5 de noviembre de 2009

CERVEZA

Dentro de los componentes de la cerveza deben contarse los ingredientes básicos, tales como la malta, el agua, el lúpulo y gas carbónico. Todos ellos tienen algunas interesantes cualidades que hacen que las propiedades de la cerveza sean mucho más de las que se le endilgan.
Por ejemplo, el lúpulo es un buen estimulante del apetito y un suave sedante, su gran porcentaje de agua acentúa su efecto refrescante, la malta aporta carbohidratos y vitaminas, así como el gas carbónico promueve la circulación sanguínea y favorece la digestión.
A su vez, es digna de destacar la cantidad de minerales que tiene esta bebida.
Con un litro de cerveza se satisface casi la mitad de las necesidades diarias de magnesio de un adulto. Y también un 40 y 20 por ciento respectivamente de las cantidades diarias indispensables de fósforo y potasio. Al ser rica en potasio y baja en sodio, es diurética y al tener mucho magnesio es muy buena para el corazón y también para evitar la formación de cálculos renales.
Dentro del apartado vitamínico, la cerveza posee todas las vitaminas importantes del grupo B y también vitaminas A, D y E, entre otras.
Propiedades de la cerveza
Las buenas propiedades de la cerveza casera vienen, principalmente, de la mano de la levadura. Este fermento es el que posibilita, en cierto modo, que se consiga el resultado final. No creas que la única propiedad de la cerveza son las borracheras. Su levadura tiene mucho hierro y favorece el fortalecimiento del sistema nervioso.
¿Realmente engorda la cerveza?
Según la composición nutritiva de la bebida, aporta tan sólo 90 calorías cada 200 mililitros del producto, lo que la coloca bastante por debajo de otras bebidas alcohólicas y también de los refrescos, algo que habla a las claras que su capacidad engordante no es tan pronunciado como parece.

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