lunes, 14 de septiembre de 2009

Dolor en el cuello



La enfermedad de tiroides afecta a millones de personas y, aún así, muchos casos no se detectan, principalmente por sus síntomas:
fatiga, aumento de peso y dolor de articulaciones, ya que estos síntomas son similares a los que presenta el proceso de envejecimiento.

Descubre si tienes problemas de tiroides y siéntete mejor.


En la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán, se aloja la pequeña pero bajo ningún punto de vista insignificante glándula tiroides. Esta glándula con forma de mariposa es una parte fundamental de tu cuerpo, ya que produce hormonas que regulan cada aspecto de tu metabolismo. La hormona tiroides fluye a través de la sangre a cada tejido y se utiliza para realizar muchas funciones esenciales; desde ayudar al cuerpo a utilizar la energía hasta mantener el funcionamiento correcto del cerebro y el corazón.
Cuando la tiroides no funciona bien, el cuerpo y la mente sufren las consecuencias.
Muchos pueden desconocer por completo que su tiroides es la razón por la que se sienten tan mal. “
En los Estados Unidos, se estima que aproximadamente 59 millones de personas tienen problemas de tiroides, pero sólo alrededor de 13 millones poseen un diagnóstico concreto”, comenta Mary Shomon, defensora de pacientes y autora de varios libros sobre el tema.

Según Shomon, los síntomas pueden ser un obstáculo para el diagnóstico.

“En mi opinión, esas condiciones no se diagnostican porque sus síntomas (fatiga, aumento de peso, depresión, etc.) son difíciles de establecer con exactitud y, también, porque la tiroides tiende a afectar a las mujeres mucho más que a los hombres. Se presume que el estilo de vida, ‘las hormonas femeninas’ o los problemas de salud mental son los culpables y son muy comunes”.
Tu tiroides puede causar estragos en tu salud por la disminución de su función (una condición que se conoce como hipotiroidismo) o por un aumento excesivo de su función (hipertiroidismo).
El hipotiroidismo es uno de los trastornos de tiroides más comunes, y afecta a personas de todas las edades. Con el hipotiroidismo, las funciones esenciales se hacen más lentas y te debilitan emocional y físicamente. Puedes tener ansiedad, sentir frío, irritabilidad, fatiga y debilidad muscular. Por otra parte, cuando produces demasiadas hormonas tiroides y tu tiroides funciona más de lo que debería, tu cuerpo trabaja a toda marcha. La falta de sueño, la pérdida de peso, sentir calor y nervios son características de esta condición. Las causas de la disfunción de la tiroides son varias y, en el caso del hipotiroidismo, incluyen la enfermedad autoinmune (el mayor factor de riesgo), la extracción quirúrgica de la tiroides a causa de la enfermedad de Graves o cáncer de tiroides, e incluso pueden estar relacionadas con la falta de yodo en tu dieta. La enfermedad de Graves, que hace que la tiroides segregue demasiadas hormonas, es la causa principal del hipertiroidismo. Un problema con tu tiroides puede influir en otras complicaciones de la salud, por eso es muy importante que visites a tu médico si sospechas que algo puede estar mal. Shomon menciona la infertilidad, el colesterol alto, la obesidad, la depresión, la apnea del sueño, la enfermedad coronaria y las enfermedades autoinmunes como otros problemas de salud relacionados con la función deficiente de la glándula tiroides. Si estás experimentando síntomas, debes consultar a un médico y pedirle que realice pruebas de tu tiroides. El diagnóstico consiste en un examen físico no invasivo y análisis de sangre.
El tratamiento más común es la terapia con medicamentos. En los casos graves, se realiza una cirugía para extraer una gran parte de la glándula.
Hay otros cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a compensar los efectos de la enfermedad de la tiroides.
Para ayudar a una tiroides que no funciona lo suficiente, es bueno moderar el consumo de vegetales crudos (especialmente el repollo, el brócoli y el coliflor) que pueden interferir con la producción de la hormona tiroides.
También se recomienda limitar la ingesta de soja.
Tomar un suplemento de vitamina B también puede ayudar a cargarnos de energía, mientras que los ácidos grasos omega 3 en los aceites de pescado pueden ayudar con la depresión.

Shomon alienta a las personas a que sean proactivas con respecto a la salud y que no ignoren ni posterguen sus preocupaciones.
“Infórmate todo lo que puedas, porque los médicos no están muy actualizados o conscientes de la enfermedad de la tiroides y sus consecuencias. Cuanta más información poseas, mejor será la posición en la que te encuentres.


Luego, consulta a un médico especialista en tiroides que comprenda el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. También recomienda que amplíes tus horizontes al momento de buscar un tratamiento y que no confíes sólo en el endocrinólogo.
Por ejemplo, algunas personas con problemas de tiroides se han beneficiado de un tratamiento con acupuntura y medicina China.

¿PROBLEMAS DE TIROIDES?
CONOCE LOS SÍNTOMAS.
Los síntomas de una tiroides con función deficiente incluyen:
Fatiga, apatía
Escalofríos
Piel seca, pérdida del cabello
Estreñimiento
Depresión
Para las mujeres, menstruaciones prolongadas
Para los hombres, falta de deseo sexual
Aumento de peso Síntomas de una tiroides cuya función es excesiva:
Nerviosismo, irritabilidad
Sensación de calor
Mayor transpiración
Ojos hinchados o más grandes
Aumento del ritmo cardíaco
Debilidad muscular
Menstruación más liviana y poco frecuente
Falta de deseo sexual para los hombres
Con la enfermedad de Graves, la forma más común de hipertiroidismo, los ojos parecen más grandes o hinchados

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